miércoles, 7 de diciembre de 2011

Comejen Negritud, artículos digitales

El Comején, Versión digital
http://elcomejenoaxaca.blogspot.com
(hacer clic en el artículo, para leerlo)

Además de la revista impresa, que puede descargarse desde los blogs electrónicos, tenemos material adicional e ilustraciones de algunos textos, que por razones de diseño no aparecen en la versión en papel.
Los artículos con ilustraciones adjuntas son “Color y olor de los dioses negros. Del Quinto Sol a la Conquista”, de Elodie Dupey García; "La Escuela Rural Federal en un pueblo afrodescendiente de la Costa Chica de Oaxaca, de Erick Fuentes Horta;La sangre histórica de 'Los treinta y tres negros'“, de Hiram Villalobos Audiffred, Viñetas de color, de Armando Bartra y “Las mujeres negras y el telar”, de Alejandro de Ávila Blomberg.

Tienen además texto o imágenes o partitura adicionales los artículos “Breves notas sobre el aporte africano alos repertorios musicales novohispanos”, de Daniel Ernesto Gutiérrez Rojas y El Negrito Poeta, versos iconográficos”, de Paola Rebeca Ambrosio Lázaro.
Kara Walker - Pitied
De la ignorancia a la arrogancia y vuelta a empezar. Arte de sombras de Kara Walker, va acompañado de una ilustración de su mayor impugnadora, Betya Saar y de imágenes de la artista; El reino de este mundo, de Alejo Carpentier”, también de Elisa Ramírez Castañeda, muestra fotografías del palacio de Sans-Souci y la fortaleza de La Ferriere, en Haití, así como portadas de los comics de la serie Fuego, Majestad Negra, que narra la historia del rey Henri-Christophe.

“Kamau Brathwaite” y sus 21 días, cuya traducción aparecerá en el próximo número de El Comején puede escucharse leyendo en inglés este poema en www.griffinpoetryprice.com/see-and-hear poetry.

Imágenes semejantes a las de la portada, provienen de las muchas postales etiquetas y anuncios racistas que ridiculizan a los negros de Estados Unidos —desde principios del siglo XX hasta tiempos alarmantemente cercanos. Una de las formas despectivas de llamarles a los afrodescendientes fue “cebo de cocodrilo”. Se vincula a los negros al sur pantanoso de Estados Unidos, donde abundan los cocodrilos; a sus lugares de trabajo como plantaciones de algodón y tabaco, a sus oficios domésticos, a estereotipos despectivos.
Abundan postales de Florida donde se les pinta como manjar cocodrileso, que incluyen el estilo Alligator border, marco de cocodrilos, alrededor de una imagen, y que puede ser también de jaibas, camarones o conchas. Los objetos relacionados con el tema incluyen anzuelos, destapadores de botellas, sacacorchos, lapiceros —el lápiz con cabeza de negro se introduce al cocodrilo— cajas de cigarros, recipientes para orozús, brownies y otros productos comestibles o medicinales de color negro, o algún producto para blanquear la piel.
El sitio www.authetichistory.com/diversity/african las clasifica por géneros su acerbo: Pickaninnies o picanninnies son niños negros. El nombre deriva, supuestamente, del español caribeño pequeñines. Coons son los negros de campo, su nombre es apócope de raccon, mapache. Por alguna razón, se supone que los negros son consumidores de pollo y sandía —hasta en las canciones de Cri Crí y los comelones abundan entre las representaciones. Los “Toms” son cocineros, garroteros, meseros obsequiosos, siempre con filipinas blancas. Las “Mammy”, encabezadas por Aunt Jemima, anuncian comida “propia de negros”: harina de maíz, de hot cakes, etcétera. Las muñecas negras de trapo “Peponas” copian el estereotipo, llevan la crespa cabellera de estambre negro bajo un pañuelo, son gordas, visten batas de bolitas blancas sobre fondo rojo. Son abundantes las postales y collages donde se ven asociados con monos, fueron revividas en época contemporánea como contrapropaganda racista durante la campaña presidencial de Obama. Pintados como vagos, con la ropa rota, deslenguados, hablando en caló ridiculizado, flojos, miedosos que pelan los ojos en blanco, amedrentados, bufones, complaciente, mandilones pasaron, en todas estas modalidades racistas al cine, el teatro de revista y la TV: Tom y Jerry tienen su propia Mammy gorda y chancletuda, de voz estridente que los aterroriza a escobazos y agudos chillidos. Todos ellos, a la menor provocación, comienzan a bailar tap como desquiciados.

Tenemos también algunos artículos que no aparecieron en la versión impresa:
La falena de las Colinas” (fragmento). Koulsy Lamko (Director de Casa R. Hankili África). Traducción de Mónica Mansour.


viernes, 21 de octubre de 2011

El Comején - segunda época



Comején es el nombre popular con que se designa a las termitas subterráneas, pertenecientes a la familia Rhinotermitae , del orden Isóptera.

Las termitas subterráneas o comejenes miden longitudinalmente de 8 a 12 mm de color blanquecino a café amarillento pálido.

Se encuentran distribuidas en las regiones tropicales y templadas , requieren de un constante  humedad, sus colonias se encuentran en el subsuelo, pero pueden alimentarse  de celulosa y sus derivados  que se encuentren a distancia de las colonias , por lo que construyen túneles de  lodo, llamados tubos de tierra o tubos de refugio  que les permiten llegar al alimento sin exponerse a la luz ni al aire ya que son muy sensibles a los cambios de humedad y temperatura, pueden pasar por pequeñas fisuras en los firmes de concreto en los edificios y poder llegar a muebles, libros y demás derivados de la celulosa.

Los comejenes siempre dejan una cubierta de protección es como en el caso de los marcos de madera de las puertas pasan del suelo hacia la madera que se encuentra en el “firme” de concreto y por alguna fisura pasan hasta alcanzar la madera distribuyéndose en el interior  siempre dejan intacta la capa exterior de la madera   lo que las protege de los cambios de humedad y temperatura.

Para detectar a los comejenes es importante hacer revisiones constantes buscando los túneles de lodo, en zonas tropicales hacer palpaciones de los marcos de las puertas y vigas para detectar huecos en el interior que nos denoten la presencia de comején en el interior, en las bibliotecas  debemos tener a los libros lejos de los muros de adobe ya que mediante  estos pueden llegar a devorar los libros, e incluso llegar a las vigas de los techos.

Siempre debemos estar alerta para poder controlar al comején hacer una constante revisión de las áreas en  peligro de infestación, hacer una limpieza constante que nos permita detectar cualquier indicio de la presencia del comején y de esa manera mediante tratamientos específicos poder controlar a esa peligrosa plaga llamada Comején.

María del Refugio Gutiérrez Rodríguez
Lic. Restauración de Bienes Muebles
Biblioteca Francisco de Burgoa